Historia:
Granada es mucho más que un destino turístico; es un estilo de vida. Su fusión entre historia, gastronomía, cultura universitaria y paisajes impresionantes la convierten en una de las ciudades más especiales de España.
Ya sea para recorrer sus calles llenas de historia, disfrutar de su inigualable tapeo o sumergirse en su ambiente estudiantil, Granada siempre tiene algo nuevo que ofrecer.
Granada es una ciudad llena de misterio, historias antiguas y leyendas fascinantes que se han transmitido de generación en generación.
- La Leyenda de la Rosa de la Alhambra
Se dice que en la Alhambra vivía una hermosa joven mora, Zoraida, hija de un alto funcionario nazarí. Su belleza y bondad eran tan grandes que muchos la pretendían, pero su corazón pertenecía a un humilde soldado.
Un día, Zoraida dejó caer una rosa desde su ventana para indicarle a su amado que escapara con ella, pero su padre la descubrió y la encerró en una torre. Desde entonces, cada primavera, en los jardines de la Alhambra florecen rosas rojas en su honor, como símbolo de su amor prohibido.
- El Suspiro del Moro
Cuando los Reyes Católicos conquistaron Granada en 1492, Boabdil, el último sultán nazarí, se detuvo en un puerto de montaña para mirar la ciudad por última vez antes de partir al exilio. Con lágrimas en los ojos, suspiró profundamente, y su madre, Aixa, le dijo con desprecio:
«Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre.»
Ese lugar es conocido hoy como «El Suspiro del Moro», recordando el momento en que Granada pasó a manos cristianas.
- La Leyenda del Cristo de los Favores
En el barrio del Realejo se encuentra el Cristo de los Favores, una cruz de piedra en la que cada Viernes Santo a las tres de la tarde se reúnen los granadinos para pedir tres deseos en absoluto silencio.
La tradición comenzó porque se decía que quien pidiera con fe tres favores frente a esta imagen los vería cumplidos. Hasta hoy, el rito se mantiene y la plaza se llena de fieles cada Semana Santa.
- La Campana del Cementerio
En el siglo XIX, los granadinos estaban aterrorizados por una campana que sonaba sola en el cementerio de San José. Se decía que cuando alguien la escuchaba, al poco tiempo moría alguien del pueblo.
Tras investigar, descubrieron que la campana era tocada por un monje fallecido en extrañas circunstancias, cuyo espíritu no encontraba descanso. Finalmente, un sacerdote realizó una misa para apaciguar su alma y la campana nunca más sonó sin motivo.
- La Silla del Moro y la Traición Real
Sobre la Alhambra hay una antigua fortificación conocida como la Silla del Moro. Cuenta la leyenda que un sultán, desconfiado de su corte, se sentaba allí a vigilar la ciudad.
Un día, descubrió que su esposa le era infiel con un caballero cristiano. Preso de furia, ordenó ejecutar a ambos, pero antes de morir, la mujer lanzó una maldición:
«Granada nunca volverá a pertenecer a los moros.»
Pocos años después, la ciudad cayó en manos de los Reyes Católicos, cumpliéndose la profecía.
- El Tesoro de la Casa de Castril
La Casa de Castril, en la Carrera del Darro, es famosa por su ventana tapiada con la inscripción «Esperándola del cielo».
Se dice que el dueño de la casa, Hernando de Zafra, descubrió que su hija mantenía un romance secreto y, enfurecido, la encerró en su habitación y la selló para siempre.
Muchos aseguran que por las noches se escuchan susurros y que el fantasma de la joven aún vaga por la casa buscando su libertad.
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